martes, junio 10, 2008

Amaicha



Para viajar debería bastarnos sólo con nuestro cuerpo; pero las noches reclaman un abrigo; la lluvia, una capa; el baño, un traje limpio; el pensamiento, tinta y pinceles. Y los regalos que no se puedan rehusar… Las dádivas estorban a los viajeros.

La posada de soka

1 comentario:

davinci dijo...

Mauro, que buena sorpresa encontrar un comentario suyo. Hoy mismo me habia acordado de usted, estaba con Lucas en la montaña y nos acordamos de Luarca y me dio esa nostalgia de saber que puedo ir pero ya no está aquel que llego de Manizales para cambiar una rutina con su gran caracter.
Como bien lo dice, la vida sigue, y sigue por esos vínculos creados que nos hacen sentirnos vivos... un abrazo muy grande.